El Jet lag puede crear un conflicto en tus viajes y crear una gran fatiga a causa del desfase de horario. Por eso es necesario conocer y entender el fenómeno. Aquí te dejamos algunos consejos que te permitirán reducir al máximo los efectos desagradables de esta situación ¡Tan conocida por los viajeros mochileros!
¿Qué es el JET LAG?
Cuando llegas a un país con una zona horaria muy muuuy distinta a la del país de destino, es muy difícil poder dormir en la noche y probablemente te sientas cansado y sin muchos ánimos en el día. Esto ocurre debido al síndrome del desfase de horario, mejor conocido como la expresión en inglés “Jetlag”.
Principalmente se trata de un trastorno del sueño que se da debido a la alteración de nuestro ritmo natural. En un día normal, estamos completamente despiertos cuando hay mucha luz, y luego hay una secreción de melatonina, (la hormona del sueño) cuando se apaga la luz. Peeero, este ritmo se altera y a veces hasta completamente al revés cuando llegas a un nuevo país después de varias horas de vuelo.
Es muy probable que este cambio en tu cuerpo te produzca una gran fatiga durante el día y, a la inversa, despiertes cuando es de noche. El reloj que llevamos en nuestro cuerpo está prácticamente fuera de servicio porque aún no logra ajustarse a su nuevo entorno.
Toda esta situación desagradable puede hacer que el comienzo de tu estancia en tu país de destino resulte un poco (mucho muy) negativo y que te impide disfrutar al máximo tus vacaciones.
La mayoría de los viajeros que hacen recorridos de larga distancia han experimentado este fenómeno y te podrían contar que toma al menos un día entero superarlo. Sobre todo ocurre cuando se cruzan muchas zonas horarias como yendo de América a Europa, aunque todo también depende de la sensibilidad de cada persona y sus hábitos.
Es por eso que aquí te dejamos algunos consejos fáciles y efectivos para luchar contra los síntomas del espantoso Jetlag.
Como se explica con anterioridad, los efectos del jetlag pueden alterar nuestro metabolismo durante varios días y es por eso que debemos tomar precauciones.
Adapta tus horas de sueño
Podrías intentar adaptarte a los horarios de tu destino futuro, no significa que te vayas a dormir a las 8 de la mañana y que empieces a sufrir los efectos del jetlag desde antes, más bien puedes intentar acercarte gradualmente al ritmo de tu destino cambiando tu tiempo de sueño de 1 a 2 horas, durante los 4 a 5 días antes de tu viaje. Vete a dormir y levántate más temprano si vas al este y viceversa si vas al oeste.
Programa tu reloj con la hora de tu país de destino.
También puedes programar tu reloj con la hora de tu destino para estar al tanto de lo que está sucediendo allá, por ejemplo puedes poner en tu teléfono móvil dos relojes uno al lado del otro con la hora en tu país y otro con la hora de tu país de destino. Estos relojes te ayudarán a darte una idea de que podrías estar haciendo a esta hora, ¿Estaría durmiendo o comiendo?
Fuérzate tanto sea posible al nuevo horario en el avión
Es muy importante que sepas la hora en la que llegas a tu destino para que puedas intentar adaptarte, si tu llegada está programada por la mañana o durante el día, necesitas descansar en el avión e incluso dormir más. ¡Así estarás listo para empezar el primer día!
En caso de que tu vuelo llegue tarde por la noche a tu destino, intenta dormir al principio del vuelo pero NO despiertes varias horas antes de tu llegada, así evitarás una noche con insomnio la primera noche.
Sabemos que no para todos es fácil dormir en el vuelo, pero puedes intentar seleccionar el asiento más cómodo que puedas en el avión y estar preparado con ropa cómoda, un antifaz, unos calcetines calientitos y tapones para los oídos si es que necesitas aislar el ruido.
Come ligero y evita las bebidas estimulantes
Prefiere una comida ligera y bebidas sin muchos edulcorantes, alcohol y cafeína, es importante que intentes hacer tu adaptación tan natural como sea posible.
Realiza ejercicio ligero cuando llegues
Si te mantienes activo, tu producción de endorfinas aumentará y te ayudará también contra algunos malestares que tengas por viajar tanto tiempo en una misma posición. Puedes optar por una caminata, salir a trotar, etc.